Intento 01

Hoy me he levantado con el día tonto. Voy a hacer cosas de humanos: voy a abandonar la cama, a hacerme un té, a mirar el correo, ducharme, vestirme, bajar a mis perras a la calle y a mirar al infinito. El ser humano es racional, el ser humano discurre. Mis piernas de autómata caminan tropezando con los muebles de la casa porque alguien, mientras mis baterías se recargaban, ha decidido cambiarlo todo de lugar. Cruzo los dedos para no tener un cortocircuito que me obligue a volver al calor del edredón. ¡Uy! Sin darme cuenta he cruzado los pies y me he caido redonda al suelo. Desde allí arrastro el cable del ordenador hasta mis manos y escribo: "Propósito de hoy: Intento 00 de ser humana".

8 de marzo de 2011

Intento 04 de ser humana: A cada uno lo que es suyo

El domingo iba a salir con mis padres para comprar unos enchufes en una tienda de bricolaje y nos encontramos un perrito perdido. Bueno, la realidad es que se lo encontró un señor que paseaba a su can por mi calle pero me entró la buena conciencia, cogí al bichito entre mis brazos y me lo llevé al veterinario con el fin de que miraran si tenía chip o no. Iba todo el camino alargando la mano hacia los asientos traseros para acariciarlo y le decía cosas bonitas para que se tranquilizara. A los doscientos metros el perrito tenía nombre y yo ya le quería como un miembro más de mi familia-manada. El veterinario, que era un hombre muy extraño, nos confirmó que tenía dueño. Hablé con el susodicho por teléfono y me comunicó que estaba en Hong Kong pero que su hijo recogería al animal. Como no me fiaba mucho del tiempo que el pobre estaría esperando en la sala de espera de la clínica, le acerqué a su hogar, un impresionante chalé con ascensor y todo. Salió a buscarle una niña con botas de montar a caballo. Se que el perrito me miró y me pidió con los ojos que me quedara con él, que estaría mucho mejor entre mis brazos que con su amita repija. Le llamó Mus (espero que por el juego de cartas y no por el postre) y fue hacia ella sin alegría, girando la cabecita hacia mis pies. De pronto Mus o Mouse se transformó y del dulce perrito quedó solo la envoltura, vio a otro de su especie y quiso atacarlo y se volvió completamente tarumba. Ay, mi Mus. Maté mis penas comprando interruptores y enchufes y pensando la manera de raptarle.
Propósito de hoy: Intento 04 de ser humana: Devolver a sus dueños los perros extraviados salvo que no los quieran.

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